Hotel
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HOTEL Y RESTAURANTE
Soy Tessin Sano y nací en Japón. Hijo de madre y padre japoneses, vine a Solsona con mi familia cuando tenía 12 años. Durante un tiempo, estuve viviendo en Barcelona, donde estudiaba y trabajaba. Después, decidí volver a Solsona donde monté una empresa familiar de intercambios culturales con Cataluña y Japón, en la que también hacemos coordinaciones, interpretaciones y traducciones. Al cabo de unos años, también con mi familia, abrimos el restaurante japonés Kinoko en Solsona. Y posteriormente una agencia de viajes que organiza viajes personalizados a Japón.
Soy Nuri Jou y nací en Cirera, una casa de payés de Lladurs, al norte de Solsona. Estudié en Solsona, y después en la universidad de Lleida y posteriormente amplié mis estudios en Barcelona, donde me quedé a trabajar por unos años. Después volví a Solsona, y los últimos 15 años he ejercido de trabajadora social en diferentes ámbitos de administraciones públicas de poblaciones cercanas.

HOTEL Y RESTAURANTE
Soy Tessin Sano y nací en Japón. Hijo de madre y padre japoneses, vine a Solsona con mi familia cuando tenía 12 años. Durante un tiempo, estuve viviendo en Barcelona, donde estudiaba y trabajaba. Después, decidí volver a Solsona donde monté una empresa familiar de intercambios culturales con Cataluña y Japón, en la que también hacemos coordinaciones, interpretaciones y traducciones. Al cabo de unos años, también con mi familia, abrimos el restaurante japonés Kinoko en Solsona. Y posteriormente una agencia de viajes que organiza viajes personalizados a Japón.
Soy Nuri Jou y nací en Cirera, una casa de payés de Lladurs, al norte de Solsona. Estudié en Solsona, y después en la universidad de Lleida y posteriormente amplié mis estudios en Barcelona, donde me quedé a trabajar por unos años. Después volví a Solsona, y los últimos 15 años he ejercido de trabajadora social en diferentes ámbitos de administraciones públicas de poblaciones cercanas.

La casa Puigpinós, donde se ubica el hotel, es propiedad de mi familia desde hace unos 890 años, puesto que la casa data del año 1131. Desde entonces, y hasta hace pocos años, se había mantenido a la familia el apellido Puigpinós, pero al nacer dos generaciones seguidas de mujeres, se acabó perdiendo y la última generación que lo llevó fue la de mi abuela paterna y también es la última generación de la familia que vivió en la masía. A partir de este momento, la casa fue habitada por una familia de aparceros y, posteriormente, unos veraneantes, hasta los años 70. Más adelante se hicieron pequeñas mejoras para su conservación, por ejemplo, la rehabilitación del tejado.
Nosotros nos conocimos en el instituto de Solsona, porque Tessin llegó de Japón a la edad de 12 años, con los padres y los hermanos Los padres querían un cambio de vida para sus hijos, alejado de la presión y el estrés de una ciudad como Tokyo, y escogieron Solsona para instalarse. Prácticamente, desde el momento en que nos conocimos, ya pensábamos que la casa se tenía que reformar para mantener el patrimonio y a la vez poder cuidar el entorno.
Con los años formamos una familia y tenemos dos hijos, a quienes también les queremos dar la oportunidad de vivir en un lugar tan tranquilo como es el entorno de Timoneda y que puedan disfrutar de la naturaleza en el día a día, tal como yo, Nuri, hice de pequeña, puesto que también me crié en una masía de la comarca.
Con el objetivo de volver a dar vida a la finca, cerca del año 2008 apostamos por el cultivo de la trufa (Tuber Melanosporum), y actualmente disponemos ya de cinco hectáreas de este cultivo. La finalidad es mantener el territorio vivo, mantener el entorno, a la vez que disfrutamos cuidándolo.
En el año 2015, contactamos con unos arquitectos japoneses de Barcelona (KOBFUJI architects) y unos catalanes de Solsona (Padullés – Arquitectes) para convertir la masía en una casa de turismo rural, pero finalmente vimos que había que cambiar el enfoque del proyecto.

Al cabo de un tiempo, decidimos convertir la masía en un hotel rural japonés, manteniendo así la esencia de lo que somos nosotros, una catalana y un japonés, y dar un rasgo diferencial al hotel.
Al cabo de un tiempo, decidimos convertir la masía en un hotel rural japonés, manteniendo así la esencia de lo que somos nosotros, una catalana y un japonés, y dar un rasgo diferencial al hotel.
Así pues, en el 2019, decidimos poner en marcha la idea y volvimos a contactar con los mismos arquitectos. KOBFUJI architects nos haría la parte del diseño de interiores al estilo japonés y Padullés – Arquitectes se ocuparía de la rehabilitación y estructuras de la masía. En el 2020, empezamos las obras, pero las paramos por la pandemia de la COVID-19. Y en el 2021, retomamos el proyecto hasta la apertura del hotel, el 2022.
Nuestro objetivo es cuidar del entorno y poder conservar la finca que tantas y tantas generaciones han ido manteniendo.
Queremos hacer grande este proyecto, aumentar el número de habitaciones, darle vida con diferentes actividades vinculadas al magnífico entorno rural que nos proporciona el Solsonés y fusionarlo con la cultura japonesa. Nuestra idea también es llegar a tener un onsen, es decir, una zona termal y de relax siguiendo el estilo de los baños termales japoneses, que acostumbran a encontrarse en los ryokan, el alojamiento tradicional japonés.

NUESTROS VALORES

Primer hotel rural japonés de Cataluña.

Pequeño hotel familiar repleto de detalles.

Un proyecto singular que une dos culturas.

Compromiso con la preservación y la recuperación del patrimonio.

Compromiso y difusión de la cultura japonesa.

Compromiso con el medio ambiente y el territorio.

Nos encontramos en un entorno privilegiado, rodeados de naturaleza.

Calidad y excelencia de nuestros productos y servicios.

Turismo experiencial, responsable y de calidad.